Muchas personas asocian hacer el aseo de la casa con una interminable lista de tareas que exigen demasiado tiempo y desgaste físico, y solo por eso se desaniman y las postergan o simplemente no las hacen tan seguido.
Es un grave error pensar así y mucho más dejar que las tareas se acumulen, pues, como es de esperar, mientras más tiempo pase entre una limpieza y otra, más difícil será.
A continuación, te diremos cómo distribuir cada actividad para que no sientas pereza de hacerla.
¡Toma nota!
Cómo distribuir el aseo de la casa según su periodicidad
Veamos qué debemos hacer cada cierto tiempo:
- Todos los días
Hay tareas domésticas que debes hacer a diario, como lavar los platos y utensilios de cocina. Es una mala costumbre dejar acumular esta tarea, pues la cocina debe mantenerse seca y libre de residuos para no atraer animales ni generar cultivo de bacterias.
Una vez que terminamos de comer, debemos lavar lo que utilizamos para que sea más fácil limpiar.
Si dejamos que las sobras se peguen en los platos, costará más trabajo lavarlos, además de que se gastará más agua y más jabón.
Otra tarea que se debe hacer a diario es cepillar la taza del baño. En ella se evidencia muy rápidamente la falta de aseo, pero lo bueno es que hacerlo no demora más de dos minutos.
- Interdiario
Existen otras tareas que aunque también deben hacerse seguido, sería exagerado llevarlas a cabo a diario.
Un ejemplo clave es sacudir el polvo de las superficies. Si no se hace mínimo tres veces a la semana, es posible que quienes vivan en la casa desarrollen reacciones alérgicas.
Las partículas de polvo se adhieren fácilmente donde se posan y mientras más se acumulen, es más difícil quitarlas luego. Para ello, existen paños de microfibra especialmente diseñados para este fin que son económicos y muy fáciles de usar.
Otra tarea que no debemos postergar es barrer la casa cada día de por medio, pues ocurre lo mismo que con el polvo en las superficies.
- Dos veces por semana
Dependiendo del material de los pisos de tu casa, deben tener un modo específico de limpiarse, pero es ideal trapearlos cada tercer día para sacar las manchas, pegostes y residuos de polvo que con la escoba no se pudieron retirar.
También es necesario lavar la ropa dos veces a la semana, separada por colores y con cuidado de no echar en la lavadora aquellas prendas que requieren de un lavado especial.
Dependiendo del tamaño de la familia que viva en casa y del volumen de ropa sucia, esta periodicidad puede variar.
- Cada semana
Una vez por semana es necesario lavar los tendidos de las camas y las toallas del baño.
Aunque no nos demos cuenta, mientras dormimos sudamos y botamos piel muerta. Lo mismo ocurre después de bañarnos al secarnos con la toalla, pues en ella no solo quedan partículas nuestras sino humedad, de tanto absorber agua.
Otra actividad que se debe hacer a fondo es el lavado de los baños. Se deben fregar muy bien las paredes y el piso de la ducha para evitar contraer hongos.
- Cada dos semanas
Por último, es necesario hacer una limpieza general de la nevera dos veces al mes, así como sacudir y lavar las alfombras si no se acostumbra aspirarlas.
En total son muchas las tareas que hay que hacer, pero distribuidas de este modo no nos quitan más de un par de horas al día en los días más pesados.
¡Organízate y verás cómo te rinde hacer la limpieza del hogar!